La construcción ocupa una superficie de unos 800 m2. El programa articula seis aulas, nido, sala de usos múltiples, dormitorio, comedor, y dependencias necesarias para el correcto desarrollo de las actividades para las que va a estar destinado.
Interiormente, el centro se organiza en dos alas unidas por un acceso principal que articula el conjunto de espacios interiores con el patio exterior, de esta manera el edificio se cierra a la calle, y se abre interiormente al patio, al que abraza, buscando así proteger el juego de los niños y generar un paisaje interior único.
De estas dos alas, la primera de ellas y más grande, es donde se organizan la mayoría de los espacios docentes y de uso propio de primera infancia, así como despachos y vestuarios; en la segunda, se ubican los servicios de comedor, cocina e instalaciones.
Gracias a la situación geográfica y meteorológica de Los Alcázares, ciudad situada en el borde del Mar Menor, se propone que las aulas se vuelquen al patio, filtrando así la contaminación acústica y esponjando el espacio hacia el exterior, pudiendo ofrecer una amalgama de situaciones docentes interesantes, así como desarrollar actividades diarias al aire libre. Para que esta situación sea más generosa, se propone proteger el límite de las aulas con un gran voladizo capaz de proteger de sol y las inclemencias.
La reflexión y desarrollo que plantea este centro docente, respecto a otros, se basa en los beneficios de la educación fuera del aula como contexto de formación, y actividades colectivas. Ésta se plantea a partir de la investigación sobre dos polos complementarios pero disciplinariamente opuestas: la psicología docente y la arquitectura docente centro-europea de los años 30. En primer lugar, hay que destacar las tesis de Enriqueta Molina en ‘Escuela y educación fuera del aula: contribución de los escenarios exteriores al aprendizaje’ a partir de la que hiciera Sharp (1943) indicando que lo que se pueda enseñar mejor dentro del aula, allí debe enseñarse y lo que se puede aprender mejor a través de la experiencia directa con materiales naturales y situaciones de vida fuera de la escuela, allí debe aprenderse; y por otro lado, ‘La Escuela al aire libre en Ámsterdam’ de Johannes Duiker la cual asumía las tesis de Decroly y Dalton, que proponían la atención individual a los niños.
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LOCALIZACION: Los Alcázares, Murcia, España. |
ARQUITECTO/S: COR & Asociados |
COLABORADORES: Oscar Carpio |
PROYECTO: Guardería en los Alcázares |
CLIENTE: Ayuntamiento de Los Alcázares |
AREA:811 m2 |