Pabellón de acceso Tierra Cálida

16 metros de luz, 30 cm de espesor.
Fruto de un concurso restringido, se requería de un pabellón que centralizara los accesos a una urbanización residencial suburbana de más de 3500 viviendas.
Funcionalmente dicho pabellón debía actuar como icono visible desde la carretera, capaz de marcar con claridad los accesos.. Pero al a vez de trataba simbolizar el acto de entrar, de pasar de un lado a otro, de construir una puerta.

El proyecto se centra finalmente en resolver un vano de 16 metros de luz de manera eficiente y durable, valiéndose del pliegue como estrategia estructural, lo cual permite construirlo en forma de losa de hormigón de sólo 30 cm de espesor.

La necesidad de generar una pieza única en la que se integren todos los elementos lleva a conformar con el mismo pliegue la propia oficina de control. Mediante sustracción a la lámina nacen los huecos necesarios para generar una iluminación integrada que otorgue a la pieza de una presencia llamativa, pasando de un carácter casi orgánico, vivo, en sus texturas y colores del día a un elemento tecnológico al caer la noche y pasar a ser una silueta con tramas de luz que enfatizan el acceso.